El día del bastón Blanco

Hoy es el Día de la Persona Ciega, o Día del Bastón Blanco, y no queríamos dejar pasar la ocasión para hablaros de la ONCE.

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Cuando Yago se quedó ciego, desde el propio hospital llamaron a la ONCE para comentarles que nos pondríamos en contacto con ellos. Y efectivamente, cuando lo hicimos nos atendieron con mucha amabilidad y recordaban nuestro caso.

Nos explicaron los requisitos que debía cumplir para afiliar, y cómo sería todo ese proceso.

Afiliados ONCE. Actividades con las que seguir aprendiendo

Yago acababa de empezar el tratamiento de quimioterapia, y se encontraba en un estado de salud muy débil, por lo que no era del todo conveniente llevarlo para que le hicieran el reconocimiento visual. Aun así, desde la ONCE nos dieron todo tipo de servicios y ayuda.

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Esto es una máquina Perkins. Y sí… No hay más «teclas» que las que veis

Asistimos durante varios meses a un grupo de padres, moderado por un psicólogo, en el que tuvimos la oportunidad de darnos cuenta de que no somos los únicos padres con un hijo ciego (que os parecerá una tontería, pero nos vino muy bien) y de poder compartir inquietudes y dudas con personas que llevan más tiempo aprendiendo, y que nos enseñaron mucho.

También nos ofrecieron un curso de introducción al Braille, y utilizamos una máquina Perkins para poder escribir.

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Quizá no se aprecia mucho, pero es un texto escrito en Braille. Pinchad en la imagen para ampliarla

Incluyeron a Yago en el programa de profesor a domicilio (tampoco estaba yendo al colegio), y así es cómo conocimos a Julia.

Las primeras sesiones fueron un poco caóticas porque Yago estaba cerrado en banda y no colaboraba ni participaba. Poco a poco, Julia se fue ganando su confianza y pudo enseñarle muchísimas cosas que le servirán más adelante cuando empiece a leer en Braille.

En estas clases, además de conceptos espaciales, lo que más han estado trabajando es a desarrollar el sentido del tacto; además de otras estrategias con las que poder manejarse en el día a día.

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Yago en su primer día en el cole de la ONCE

Ahora que ya ha terminado el tratamiento y va a poder ir al colegio, ha empezado a ir al Centro de Recursos Educativos (CRE) para participar en talleres con otros niños también ciegos.

Se lo pasa pipa y sus profesores nos dicen que participa con muchas ganas e ilusión en todas las actividades.

La verdad es que son un estupendos profesionales que además realizan una labor importantísima. Tendríais que ver cómo aprenden los niños a desenvolverse, a manejar el bastón desde tan pequeños… ¡Incluso a bajar ellos solos por las escaleras!.

 

Es realmente emocionante ver cada uno de sus avances, y la ilusión con la que nos lo cuentan cuando los recogemos.

Hasta ahora, nuestra experiencia con la ONCE no ha sido mucha, pero sí muy satisfactoria. Y estamos seguros de que, con el paso del tiempo, vamos a tener la posibilidad de exprimir al máximo todos los recursos que esta organización nos ofrece.

Próximo paso: clases de natación.